Cómo y dónde se definirá la Superfinal River-Boca: el plan de la Conmebol para que Daniel Angelici no logre su meta en los escritorios
Se viene una pulseada entre dirigentes. Boca pedirá los puntos. ¿Se los darán? ¿Habrá partido? En la Conmebol ya tienen una idea sobre cómo seguir…La Copa Libertadores más manchada de la historia, la de los partidos resueltos en los escritorios, la de los futbolistas con sanciones grises, ahora debe ver cómo resuelve nada menos que la final más trascendente de todos los tiempos.
Lo único que le falta es que al campeón lo defina el Tribunal de Disciplina, como ahora parece querer Boca. Sería un golpe de nocaut para la Conmebol. Sin embargo, su presidente Alejandro Domínguez hará lo imposible para evitar ese impacto letal.
«Vamos por todo, hasta por los puntos», le dijeron a Clarín desde Boca mucho antes de que el informe fuese elevado a la Conmebol, mucho antes de las palabras oficiales en azul y amarillo. Y así fue.
Primero, Daniel Angelici y compañía se plantaron con firmeza para no jugar este domingo. Después, el presidente de Boca pidió que se aplique el reglamento al máximo, algo que es igual a pedir los puntos, y lo argumentó citando hechos recientes que marcaron a los hinchas xeneizes, en nítida alusión al episodio del gas pimienta de 2015.
¿Hasta dónde la presión de Angelici es genuina? ¿Lo escribió, lo firmó y lo dice para no pagar un costo político con aquel hincha que pide venganza? ¿Será menos contundente en la intimidad de las negociaciones de mañana? Se verá. Por lo pronto, en la Conmebol ya tienen un plan para que la tercera vez de la revancha del Superclásico más trascendente de todos los tiempos no vuelva a frustrarse.
Una fuente del máximo organismo del fútbol sudamericano filtró las respuestas que piensa darle la Conmebol a todos los interrogantes que se abrieron a partir de la postergación y del pedido de puntos presentado por Boca. A saber:
1) ¿Le darán lugar al pedido de puntos de Boca?
Si bien es un tema que maneja la Unidad Disciplinaria de la Conmebol, ya hay una decisión para no darle espacio al pedido de Angelici en ese sentido. «El partido se jugará sí o sí», le aseguró a Clarín una fuente muy cercana a Domínguez.
2) ¿Dónde se jugará?
Domínguez, al anunciar la postergación del domingo, utilizó como argumento el equilibrio deportivo. Que los dos equipos estén en las mismas condiciones. Que no haya ventajas para ninguno. Entonces, desde la Conmebol, afirman que se jugará en el Monumental y con público. Nunca se pensó en mudar la Superfinal a otro país. En un momento hasta se rumoreó como escenario a Emiratos Arabes.
3) ¿Cuándo se jugará?
La cumbre del G-20 en Buenos Aires reduce el abanico de opciones. »Pensamos en una fecha que permita luego al campeón prepararse bien para el Mundial de Clubes, que tiene fijada la semifinal para el 18 de diciembre», explicaron desde el hotel donde se aloja Domínguez en CABA. Quieren que sea un sábado, el mejor día para la audiencia universal. Hoy el sábado 8 de diciembre aparece como el día más potable para que jueguen River y Boca. Este martes, en Asunción, en la reunión con los presidentes de ambos clubes presentes, se resolverá.
4) ¿Habrá sanción para River?
En la Conmebol estiman que el club de Núñez será castigado con una fuerte multa económica. Será tema de la Unidad Disciplinaria, claro.
No son horas fáciles para Alejandro Domínguez, quien antes de anunciar la postergación del domingo llamó al presidente de la Nación, Mauricio Macri. Son amigos. Le comunicó cuál era la decisión. «Lo decidió Domínguez. No hubo presión del Gobierno, al contrario. Fue un problema menos para Macri: en las calles pudo habérsele armado un lío bárbaro», aseguraron desde el entorno del titular de la Conmebol.
Alejandro Domínguez está muy golpeado. Sacudido al extremo.«Sudamérica perdió la gran oportunidad», cuentan que le dijo Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, uno de los más virulentos en las reuniones del sábado. Es que a Buenos Aires llegaron presidentes de todas las confederaciones. También el de la MLS de Estados Unidos. El mundo deseaba observar cómo se resolvía el River – Boca más importante de la historia. La Conmebol no permitirá que el campeón se conozca en un escritorio, mucho menos que sea el equipo de Daniel Angelici, un «enemigo» de la casa.