Kike Teruel a Uruguay
El nochero se cansó de los robos en Salta y tomo la decisión de radicarse en Uruguay. Teme por la seguridad de su familia y se va con todos.
La entrevista cedida al diario el tribuno fue concisa y puntual, «…No se puede pregonar una tranquilidad que no existe…No quiero vivir con esa falsa idea, porque después pasan cosas graves e irreversibles…»
El articulo
El “nochero” Kike Teruel hizo explotar las redes sociales con la noticia que en forma exclusiva publicó ayer El Tribuno respecto a los sucesivos robos que viene sufriendo desde el año pasado en su residencia del barrio Tres Cerritos. En medio del asombro que el caso generó en todo el país, el músico anunció desde España su firme de decisión de irse del país. Para garantizar la seguridad de su familia se exiliará en Montevideo, Uruguay
De gira por Europa con el consagrado conjunto folclórico, Teruel recibió con desencanto en Madrid la noticia de que, por cuarta vez, personas desconocida ingresaron a su casa con fines de robo. La segunda voz y segunda guitarra de LOS NOCHEROS manifestó que se siente impotente frente esta sensación de inseguridad que lo oprime, que no puede seguir viviendo en el suelo donde nació. Siente que le está pasando lo mismo que en 2001, cuando un grupo armado secuestró por unas horas a su esposa, Carina, en el barrio porteño de Mataderos. Por ese motivo al año siguiente tuvieron que emprender el regreso a Salta.
La situación ahora se agrava por el hecho de que ni en su propia tierra puede gozar de la tranquilidad de otros tiempos. Como esposo, padre y abuelo, Kike Teruel teme por la integridad de su familia y desde el Viejo Mundo anunció que la posibilidad de buscar el exilio se había convertido para él en un desvelo, y concluyó que no había otra alternativa.
Mientras el conjunto emprende el regreso de su exitosa gira, el músico sostuvo que ya habló con su familia y que entre todos sus miembros han decidido radicarse en Montevideo.
“Esta no es una decisión que la tomo en caliente; muy pocas veces adopto decisiones en ese estado”, expresó Teruel en una comunicación telefónica con El Tribuno desde Santiago de Compostela, España. En ese sentido aclaró que “no le echo la culpa a nadie”, y remarcó que “este es el país que tenemos, la gente que tenemos y que en muchos casos se maneja impunemente”. Comentó que después de los cuatro robos que sufrió en su propiedad “siento que es una cuestión que no la puedo manejar, sobre todo porque en medio de todo está mi familia”.
El nochero afirmó que frente a esta situación de inseguridad con la familia ya había analizado la posibilidad de irse a vivir a otro país. Recordó que en una ocasión él mismo atrapó a un ladrón con la ayuda de un guardia, y que días después supo que el maleante había recuperado la libertad. “No decidimos esto de un día para otro, no es producto de una calentura, es lo que me pasa a mí, lo que le pasa a los otros, es un conjunto de cosas”, apuntó. Según el músico, las cosas se precipitaron por el robo que sufrió días pasados y que la situación se agravó por el hecho de que la noticia lo sorprendió estando él tan lejos de Salta.
Teruel manifestó que más que tristeza siente bronca por tener que abandonar su terruño por estas condiciones. “Desgraciadamente soy el nochero elegido para estas cosas”, subrayó con una mezcla de dolor y alegría a la vez. Al referirse a su hermano Mario, a su sobrino Alvaro y a su amigo Rubén, aseguró que “por suerte a ellos nunca les pasó nada, pero bueno a mi te toca afrontar esto y como soy una persona que siempre está atenta a las señales de la vida, he tomado la determinación de irme” .
Con una sensación de calma sintetizó la partida en estos términos: “No quiero que se piense que para nosotros esto es un calvario; la familia es un poco nómade y estamos acostumbrados a estar en otros lados”. Apuntó que mucho más difícil que la partida “es llegar de noche a casa sin saber con qué me voy a encontrar”. Convencido de lo que piensa, Kike Teruel señaló que no quiere convertir su vivienda en una cárcel rodeada de guardias de seguridad. “Lo que nos viene pasado de un año a esta parte, creo, superó todo lo que yo soñaba y las actividades que pensaba desarrollar con mi familia en mi casa”, se lamentó.
Por último advirtió que la frase “gracias a Dios a mí no me pasó nada” no forma parte de la realidad. “No quiero vivir con esa falsa idea, porque después pasan cosas graves e irreversibles”, concluyó.
“No se puede pregonar una tranquilidad que no existe”
¿Salta dejó de ser la ciudad tranquila de otros tiempos?
Hace tiempo que no lo es. No tenemos que ser obsecuentes con estas cosas. Es imposible escapar a la realidad del país. Nadie puede negar que tenemos una ciudad hermosa, pero no podemos mirar para el costado. No tiene sentido querer vender una Salta tranquila; por el contrario, lo que tenemos que hacer es agudizar los sentidos para estar más atentos frente a la realidad que estamos viviendo. No se puede pregonar una tranquilidad que no existe.
En uno de los robos estuvo en su casa. ¿Cómo fue?
Así es. Yo detuve al ladrón con el guardia que estaba en casa. Fue la policía, hizo un operativo gigantesco.
¿Qué pasó con el detenido?
Lo que supe fue que al otro lo liberaron. Me dijeron que lo soltaron porque era menor de edad, pero no era verdad. Era una persona que tenía más de cuarenta años. Yo lo vi. Está bien, coincido en que no vamos a llenar las cárceles con estos giles.
¿Qué se tendría que hacer?
Habría que tomar medidas para que esta gente quede expuesta, que no seamos nosotros los que quedemos expuestos. Lo que se tendría que hacer sería exponer públicamente las fotos de los delincuentes que andan robando y no la de nosotros los giles que nos tenemos que andar cuidando para que no nos roben o nos maten.
¿Cómo explica que todos los robos tuvieron como fin buscar dinero, según su criterio?
Es la conclusión a la que arribé porque todas las veces que entraron no se llevaron ningún objeto. En casa no tenemos joyas y lo único que podrían robar serían plasmas, un par de guitarras y esas cosas. De las cuatro veces que entraron solo una vez encontraron plata, y deben pensar que voy a cometer ese error. A esa gente le diría que no soy un estúpido, que jamás voy a dejar un centavo. Lo digo para que no me sigan rompiendo las puertas.
¿Cómo fue el secuestro de tu esposa en 2001?
Fueron cinco personas, en Mataderos, cuando vivíamos en Buenos Aires. La tuvieron dos o tres horas y se llevaron la camioneta. Luego apareció la camioneta y detuvieron a uno de los secuestradores y de los otros nada se supo.
¿Y qué paso luego?
Nos tuvimos que volver a Salta. El secuestro de mi señora fue lo que nos obligó a retornar y ahora por estas cosas de la delincuencia de nuevo tenemos que partir.
¿Por que eligieron Montevideo para el exilio?
Es una ciudad hermosa, tenemos muchos amigos allí y también porque estaré cerca de Buenos Aires, que es el punto neurálgico de Los Nocheros para las actuaciones, las giras y esas cosas.