Según la FAO, la sequía en los EE.UU. favorecerá a los exportadores latinoamericanos
El organismo de la ONU, en ese contexto, señaló que la producción agrícola de América Latina y el Caribe se recuperó tras la caída de 2011/12, y pronosticó un alza de 4 por ciento en 2012/2013, en especial del maíz.
Los problemas que enfrenta Estados Unidos con sus cosechas está generando presiones al alza y la volatilidad en los precios de los alimentos, provocando incertidumbre sobre el comportamiento de los mercados internacionales de granos en el mediano plazo, señaló la Oficina Regional de la FAO.
La gravedad de la sequía fue ratificada el viernes cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) reflejó el impacto de la sequía sobre sus cultivos.
El USDA recortó la producción de maíz de 329,45 a 273,79 millones de toneladas, por debajo de los 278,67 millones previstos por el mercado, y redujo la cosecha de soja, de 83,01 a 73,27 millones, lejos de los 79,21 millones esperados por los operadores, reportó la consultora Granar.
En tanto, el viernes la soja subió 5,33 dólares en el Mercado de Chicago y volvió a ubicarse en torno a la marca de 630 dólares la tonelada, mientras que el trigó cerró en 325,70 dólares la tonelada; y el maíz en 315,35 dólares.
En meses de repunte en los precios del maíz, el trigo y la soja, «se abren nuevas oportunidades para los países exportadores netos de estos cereales», al tiempo que «aumentan los riesgos de inseguridad alimentaria en poblaciones pobres de los países importadores netos».
Según el Boletín Trimestral de Seguridad Alimentaria y Nutricional, los precios internacionales del maíz, el trigo y la soja, se elevaron más de 30 por ciento desde el inicio de junio a fines de julio de 2012.
«Los países exportadores netos de estos granos y de soja, como Argentina, Brasil y Paraguay podrán aumentar sus exportaciones en el corto plazo», consideró Raúl Benítez, Representante Regional de la FAO, y consideró que ese ingresos permitirán nuevas «inversiones en la agricultura y a la expansión de sus sistemas de protección social».
Para Benítez este nuevo nivel de precios «representa -en el corto plazo- un desafío adicional para aquellos países importadores netos de estos granos y de soja, en especial aquellos cuyas importaciones dependen de los Estados Unidos, como México, los países centroamericanos y caribeños».
«Estos países deberán reforzar sus políticas para ampliar la producción interna de alimentos básicos, diversificar sus fuentes de importaciones y reforzar sus sistemas de protección social», enfatizó el dirctivo de la FAO.
El aumento de la producción regional previsto por la FAO responde, en gran parte, a los buenos resultados en la cosecha de granos secundarios (maíz, cebada, avena, sorgo y otros) en América del Sur, cuya producción se estima llegará a 122 millones de toneladas, un 8 por ciento por sobre la temporada pasada.
Este indicador se explica por la buena cosecha de maíz, donde se pronostica un total de 68,5 millones de toneladas, 22 por ciento más que en 2011.
La Fao también destacó que en el primero trimestre del año las exportaciones agroalimentarias de América Latina crecieron 8 por ciento, en comparación con el mismo trimestre del año anterior, por lo que se alcanzó los 47.000 millones de dólares.
Las importaciones agroalimentarias realizadas por América Latina, en tanto, crecieron 18 por ciento al alcanzar los 19.000 millones de dólares durante el mismo trimestre observado.
En consecuencia, «la región continua con un saldo comercial positivo en los productos agroalimentarios, el que supera los 27.000 millones de dólares durante el primer trimestre, levemente superior al mismo periodo del 2011».
Para Benítez, «mantener el dinámico ritmo del comercio de cereales en la región, buscando la complementariedad entre países exportadores e importadores netos, contribuirá a reducir los impactos del alza de los precios en estos últimos».