Albania recibirá al Papa con un impresionante operativo de seguridad por la amenaza de una organización yihadista
Albania es un país de 2,8 millones de habitantes, donde la mayoría musulmana (57%) ha convivido históricamente en paz con la minoría cristiana católica (10%) y ortodoxa (7%).
Sin embargo, esa histórica buena convivencia no alcanzó para evitar que fundamentalistas de la organización Estado Islámico, que proclamaron un califato en regiones de Siria e Irak y promueven una visión extremista del Islam, lanzaran una amenaza de atentado contra el Papa, razón por la cual las autoridades locales prepararon un impresionante operativo de seguridad.
La plaza Madre Teresa y una parte del bulevar están cerradas desde ayer al tráfico de coches, mientras que 50 francotiradores se instalarán mañana en puntos claves de la capital.
Así, Tirana va a estar mañana prácticamente en estado de sitio con unos 600 efectivos de la Guardia Republicana y fuerzas de intervención rápida y especiales de RENEA, que se sumarán a numerosos agentes de policía, que vigilarán las calles por donde pasará el pontífice.
Todas las personas que asistan a la misa se someterán previamente a un minucioso control de seguridad, mientras que aumentarán los controles policiales en los puestos fronterizos que unen Albania con Kosovo y Macedonia, países donde numerosos albaneses han sido reclutados por yihadistas árabes en Siria.
En las escasas once horas que permanecerá en el país, el máximo representante de la Iglesia católica saludará a las autoridades albanesas, celebrará una misa en la plaza Madre Teresa y almorzará con los obispos albaneses.
Por la tarde, mantendrá un encuentro con los líderes de otras religiones en la universidad católica «Nuestra Señora del Buen Consejo» y rezará la oración de las vísperas con sacerdotes, religiosos, seminaristas y miembros pertenecientes a otros movimientos laicales en la catedral de Tirana.
Finalmente, Bergoglio visitará a los niños del centro Betania y se encontrará con enfermos y otros asistidos por centros caritativos de Albania en la iglesia de esta sede.
El monseñor español Segundo Tejado, subsecretario de Pontificio Consejo Cor Unum, que se ocupa de las obras de caridad del pontífice y fue director de Cáritas en Albania desde 1995 a 2002, destacó cómo con este viaje el Papa subrayará «el sufrimiento de la Iglesia católica y del pueblo albanés durante años».
«Albania, un país que sufrió siempre en el pasado, estuvo rodeado de enemigos durante el imperio turco, que expulsó a los cristianos, y luego, durante los años del comunismo más duro e irracional que haya existido», explicó Tejado.
Por eso los albaneses se sienten ilusionados con la visita del Papa, que emprende su primer viaje europeo para honrar a un pueblo pequeño al que durante décadas se le prohibió creer en Dios.
Para homenajear a los mártires de confesión en el boulevar principal de Tirana «Dëshmoret e Kombit», están colgados retratos de 40 clérigos asesinados durante la dictadura comunista (1944-1991).
Estos se suman a centenares de religiosos cristianos y musulmanes asesinados, torturados, encarcelados y deportados durante decenios sólo porque creían en Dios y guardaban en sus casas la Biblia y el Corán.
El dictador Enver Hoxha, quien dirigió el país entre 1944 y 1985, prohibió en 1967 la fe y una década después Albania se convirtió por mandato constitucional en el primer país ateo del mundo.
Miles de iglesias y mezquitas fueron destruidas, convertidas en almacenes y cines que propagaban el ateísmo, los libros religiosos fueron quemados y a los padres se les prohibió poner a sus hijos los nombres religiosos de sus antepasados.
Albania será el cuarto viaje al exterior de Francisco, después de los realizados a Brasil, Tierra Santa y Corea del Sur. En 1993, el santificado Juan Pablo II había realizado una visita similar a territorio albanés.