El Vaticano exigió la liberación de las niñas secuestradas en Nigeria
El Vaticano pidió, este jueves, la liberación de más de 200 adolescentes secuestradas por militantes islamistas de Boko Haram en Nigeria y condenó «las humillaciones» y «la horrible violencia» cometidas por ese grupo extremista.
En declaraciones la emisora Radio Vaticano, el vocero de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, lamentó que «el secuestro de un gran número de niñas muy jóvenes por los terroristas de Boko Haram se añada a las otras formas horribles de violencia que caracterizan desde hace tiempo la actividad de ese grupo en Nigeria».
En la nota, el vocero del Vaticano sostiene que «la negación de todo respeto por la vida y la dignidad de las personas, incluidas los más inocentes, vulnerables y sin defensa, exige una condena muy firme».
Para el Vaticano se trata de «humillaciones increíbles». «Nos unimos a los numerosos llamamientos a favor de su liberación», dijo. Varios países han ofrecido ayuda a Nigeria para buscar a estas adolescentes, cuyo rapto provocó indignación a nivel internacional.
El propio presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, había dicho el martes que su país haría «todo lo posible» por ayudar a Nigeria en la búsqueda de las niñas, quienes son violadas una decena de veces al día. El mandatario reveló que el nigeriano Goodluck Jonathan aceptó la oferta del secretario de Estado John Kerry de enviar un equipo estadounidense al país para asistir en la respuesta a la crisis.
Michelle Obama pidió públicamente la liberación de las 200 niñas secuestradas en Nigeria por miembros de la secta islámica Boko Haram, cuyo líder ha dicho que las venderá porque su Dios así lo ordenó. «Nuestras oraciones están con estas chicas nigerianas desaparecidas y sus familias. Es tiempo de devolver a casa a nuestras chicas», escribió este miércoles la primera dama estadounidense en su cuenta de Twitter. El texto, que lleva su firma personal, está acompañado de una fotografía en la que sostiene un cartel con la consigna #BringBackOurGirls.
El drama de las 200 jóvenes nigerianas que han caído en manos del grupo radical islámico parece no tener fin. Después de ser raptadas cuando asistían a la escuela local del distrito de Chibok, en el estado de Borno, el testimonio de una de ellas que logró escapar ha dado cuenta de los vejámenes sufridos a manos de los miembros de la secta, que incluyen sufrir hasta 15 violaciones diarias.