Obama está que «hierve» con el paro

Debido a las consecuencias que está generando la discusión sobre el presupuesto en el Congreso, el presidente estadounidense se manifestó «exasperado» por la paralización de la administración federal.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró “exasperado” por la paralización de la administración federal provocada por los republicanos y advirtió que el partido opositor está dispuesto a permitir que el país entre en cesación de pagos.

El mandatario demócrata dijo que la crisis parlamentaria que llevó al primer cierre de gobierno en 17 años proviene de un conflicto “innecesario” provocado por una minoría, pero que es lo suficientemente grave como para que Wall Street se “preocupe”.

Durante mi presidencia, me desviví para trabajar con el Partido Republicano y bajé el tono a propósito de mi retórica”, dijo Obama en una entrevista con la cadena CNBC.

Creo que soy conocido por ser un tipo calmo, a veces la gente piensa que soy demasiado calmo. Pero, ¿estoy exasperado? Sí estoy exasperado porque esto es totalmente innecesario”, aseguró el mandatario.

Estoy exasperado con la idea de que, a no ser que yo diga a 20 millones de personas que no pueden tener cobertura sanitaria, esta gente no reabrirá el gobierno”, explicó el mandatario.

Al responder a una pregunta sobre si el mundo empresarial debería preocuparse por la situación que llevó al segundo día de cierre del gobierno, Obama aseguró que “esta vez es diferente”.

Creo que deberían preocuparse. En democracia no es inusual que demócratas y republicanos no estén de acuerdo (…) pero cuando tienes una situación en la que una facción está dispuesta a dejarnos en impagos frente a nuestras obligaciones, entonces tenemos un problema”, advirtió.

Destacó además que la pelea parlamentaria sólo se limita a aprobar fondos para los próximos dos meses y que, de no frenar ahora un debate que se vino repitiendo en los últimos años (aunque nunca hasta ahora con tan graves consecuencias), la situación podría reiterarse en el futuro, con las graves consecuencias inherentes a una situación política y económicamente tan precaria.

Sobre todo teniendo en cuenta que en menos de dos semanas se avecina otra potencial crisis en caso de que el Congreso no apruebe la necesaria elevación del techo de la deuda para evitar que Estados Unidos caiga en “default”.

El Congreso debe dejar de gobernar “de crisis en crisis”, reclamó Obama, usando una frase que repitió en los pasados días.

Así que si (el presidente de la Cámara baja, el republicano) John Boehner, toma la decisión de llevar al pleno una propuesta de ley (…), y si votan para asegurarse de que (…) no haya una suspensión (de pagos), estaré preparado para tener una negociación razonable y civil sobre muchos temas”, añadió.

Subrayó que está dispuesto a negociar y a hablar de cómo puede funcionar mejor la reforma sanitaria, pero no va “a hacerlo bajo la amenaza” de mantener cerrado el Gobierno, informó la agencia EFE.

Eso mantendría el Gobierno abierto dos meses, pero estaríamos otra vez en el mismo punto en Navidad, y de nuevo en seis meses”, apuntó.

Tenemos que romper este ciclo constante de gobernar de crisis en crisis”, señaló en referencia al hábito del Congreso de aprobar sólo medidas presupuestarias de corta duración.

Además, acusó a Boehner de servir a los intereses de una facción minoritaria pero poderosa de su partido, el ultraconservador Tea Party, que está dispuesto a incluso “quemar” las instituciones con tal de salirse con la suya y derogar su ley sanitaria, trasfondo del peligroso pulso político en el Capitolio.

Las declaraciones de Obama fueron difundidas poco antes de que el mandatario recibiera en la Casa Blanca a los líderes del Congreso y Senado de ambos partidos para buscar una salida a la crisis. Previamente se reunió con altos ejecutivos de empresas para comentar la situación.

A la salida del encuentro, el jefe de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, advirtió de que las consecuencias del cierre del gobierno y la amenaza de no elevar el techo de la deuda podrían ser “extremadamente adversas”.

 

EFE