¿Qué quiere Quintela?
Sin dudas, el discurso del Gobernador estuvo colmado de expresiones que el arco político ya las conoce.
Es que desde que asumió el actual presidente Javier Milei; quien se plantó como líder de la oposición, fue Ricardo Quintela algo que desde el centro del poder nacional se vió, y por más esfuerzo que hicieron algunos dirigentes y gobernadores para transformarse en una voz legitima para interpretar a quienes no acompañan a ciegas el proyecto del controvertido libertario – anarcocapitalista no consiguieron; solo se transformaron en figuras especulativas de lo que podían lograr con algunas alicaídas y viejas prácticas políticas.
Es que nada nuevo podía compartir Quintela, teniendo en cuenta que nada ha cambiado para el concierto de las provincias en materia de transferencias de fondo y/o políticas de impacto favorable para las mismas.
Claro está – también – que mucho no se puede hacer en casi tres meses de gestión presidencial y mucho menos teniendo en cuenta el falso traspié en cuento a lo comprometido en campaña y las medidas anunciadas para cambiar lo que a su entender – J.Milei – es necesario para cambiar el rumbo de la Argentina.
Quintela, mal que le pese a algunos y con una gran campaña de desprestigio orquestado desde el aparato mediático nacional, es la figura que más se parece a un conductor para construir el liderazgo de la oposición y aunque el volumen de votos no es significativo en el padrón electoral, el gobernador riojano es quien ha interpretado mejor en menos de 60 días el panorama y el descreimiento en la política y sus dirigentes de los argentinos.
Quintela se sigue resistiendo a leer los discursos, es que su naturaleza y conocimiento del pulso político, lo hacen un político de comunicación simple y prefiere hablar de los temas más específicos o técnicos con los que debe hacerlo y no distraer a la gente común con ciertos mensajes que no son para ellos.
Es el caso de las negociaciones con inversionistas, explotación minera, andamiaje económico, bonos de cancelación de deuda, por citar algunos ejemplos, Quintela sabe a quién hablarle y cuando, sabe que el tema perspectiva de género, no le cambia la vida a nadie en la economía diaria, pero es necesaria teniendo en cuenta el cómo y de donde surgió el movimiento, sabe que en su propia gestión se ha propuesto como política de estado, el reconocimiento a esta idea de la resignificación de todo lo hecho hasta hoy. Que el patriarcado ha sido la falacia que la humanidad ha tenido que soportar desde la cultura, las prácticas intrafamiliares, las laborales y hasta el mismo estado.
Quintela busco en su alocución, apelando a su manera de ser, llegar al presidente con expresiones netamente humanísticas y no tan técnicas, “… me gustaría tocarle el corazón al presidente… que nos acompañe el presidente a ver cómo viven las familias humildes, simples, que entre a un ranchito, que entre a una casa humilde, que cuando vea criaturas que están descalzas, cuando vea familias que duermen en cartones, les puedo asegurar que se va a sensibilizar, se va a meter la mano en el bolsillo y les va a comprar una par de zapatillas, va a comprar un colchón, una cama, le va a construir una vivienda…” sostenía con vehemencia.
El pacto del 25 de mayo está teñido de libertarismo y se ve a simple vista, no se dará sin no hay consenso y ese consenso lo darán según Quintela, si el gobierno nacional escucha a las provincias y respeta las autonomías con el correspondiente envío de fondos desde la nación.
Seguro hay mucho por perder, pero también es claro que, lo que para La Rioja significa la salvación; para la nación es solo el 0,1 % del electorado nacional.