Misofonía
La convivencia nos permite relacionarnos con otros y algunas veces el clima se convierte inestable y no sabemos que lo produce.
La misofonía significa una fuerte aversión a ciertos sonidos repetitivos producidos por otras personas, como son: ruidos como la masticación, el tintineo de los cubiertos o el golpeteo de los dedos. Algunos de los sonidos que causan este malestar tienen una intensidad relativamente baja.
La misofonía es un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos, y en ocasiones visuales, son malinterpretados por el sistema nervioso central. Se piensa que la causa de la misofonía no subyace en los oídos, sino en una disfunción del sistema auditivo central en el cerebro
Quienes padecen la misofonía, presentan ante algunos de estos sonidos importantes síntomas de ansiedad, ira, enfado, pánico, malestar y/o temor, e incluso pueden llegar a imaginar que atacan a aquellas personas que está provocando el ruido o a sufrir ellos mismos ataques de pánico
La misofonía es frecuente en personas que ya tienen tinnitus o hiperacusia, dos trastornos auditivos relacionados con el «sonido». Además, la prevalencia es la misma entre las personas con y sin pérdida auditiva
Misofonía significa, literalmente, «odio al sonido» y también se conoce como Síndrome de Sensibilidad Selectiva al Sonido (SSS), cuando esta hipersensibilidad responde sólamente a sonidos por debajo de una conversación normal (de entre 40 y 50 decibelios)
Las personas con hiperacusia reaccionan con gran sensibilidad al ruido a niveles de volumen que otras personas encuentran completamente normales. Si los ruidos se vuelven dolorosos a un volumen normal, es importante consultar a un otorrinolaringólogo
Los pacientes con ligirofobia o fonofobia sienten un miedo irracional y desproporcionado ante los ruidos fuertes, la explosión de petardos, cohetes, globos cuando saben que van aparecer sin su control, de forma imprevista