Tratamiento mediático de información sensible
Por su magnitud e impacto el suicidio constituye un importante problema de salud pública a nivel mundial. Al estar atravesado por la voluntad de la persona, y transgredir la integridad de la propia vida, los hechos de suicidio constituyen un fenómeno sumamente complejo, que tienen un aspecto privado y otro social.
El aspecto privado alude al derecho a la intimidad y el respeto a la situación que vive el grupo familiar y de referencia.
El aspecto social involucra a todas las instituciones de la comunidad, que deben acceder a información confiable para fortalecer las acciones de prevención y promoción de la salud, en especial para las poblaciones más afectadas y sensibles, como los adolescentes y los adultos mayores.
Cuando se habla de suicidio, una reflexión clave es entenderlo en toda su complejidad. Y, además, tener en cuenta que el suicidio nunca es una elección, sino que debemos pensarlo como el producto de una restricción en las aspiraciones vitales de las personas.
Tomando como punto de partida la premisa de que ciertos tipos de cobertura informativa sobre las conductas suicidas pueden, por un lado, generar un aumento de las mismas (efecto imitativo), pero por otro, colaborar en la prevención del comportamiento suicida, se sugieren algunos lineamientos para el tratamiento de temas de suicido en los medios
Al informar sobre el suicidio en general:
Interpretar las estadísticas cuidadosa y correctamente.
Recurrir y utilizar fuentes de información que sean auténticas y confiables.
No realizar comentarios espontáneos –muchas veces inconscientes- que refuerzan los prejuicios y estigmas sobre el tema.
Evitar las generalizaciones basadas en cifras pequeñas ya que requieren particular atención. Del mismo modo que es recomendable no utilizar expresiones tales como “epidemia de suicidios” y “el lugar con mayor tasa de suicidios en el mundo”.
No informar el comportamiento suicida como una respuesta entendible a los problemas o cambios sociales.
Al informar sobre un suicidio en particular:
No realizar descripciones detalladas del método de suicidio utilizado ni ilustrar con imágenes reales o ficcionadas.
No resumir la causa de suicido a un solo factor: “Se suicidó porque estaba en bancarrota” o “Se suicidó por una pena de amor”. Las causas de suicidio son complejas y resultan de diversos factores.
En cuanto a la comunicación del suicidio de una celebridad (artística, política, deportiva, etc.) deberá evitarse la cobertura sensacionalista, minimizándola hasta donde sea posible y evitando exageraciones.
Es importante que el tratamiento periodístico tenga siempre en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento.
Lo que no puede faltar
Se recomienda que los medios de comunicación ofrezcan la siguiente información junto a cualquier noticia sobre el suicidio:
Lista de servicios de salud mental y líneas telefónicas de ayuda disponibles, si las hay
Señales de advertencia del comportamiento suicida.
Medidas sencillas que permitan a la población saber qué hacer en caso de detectar a una persona con riesgo de suicidio:
Preguntar siempre a la persona en situación de riesgo suicida si ha pensado en el suicidio.
Si la respuesta es afirmativa, evitar el acceso a cualquier método que pueda dañarlo.
Nunca dejarlo a solas mientras persistan las ideas suicidas.
Avisar a otras personas significativas para el sujeto que contribuyan a evitar la ocurrencia de un acto suicida.
Claves para buenas prácticas de comunicación en el tratamiento de suicidio.
Los «SI»
Trabajar estrechamente con autoridades de la salud en la presentación de los hechos y la interpretación de los datos estadísticos mencionando el origen de los mismos.
Referirse al suicidio como un hecho acontecido o que una persona realizó.
Presentar sólo datos relevantes en las páginas interiores de los soportes gráficos o digitales.
En medios audiovisuales utilizar zócalos, gráficos o leyendo con datos informativos.
Resaltar las alternativas al suicidio y difundir señales de riesgo para tener en cuenta.
Proporcionar información sobre líneas de ayuda y recursos comunitarios.
Los «No»
Realizar comentarios espontáneos que refuerzan el estigma, generan situaciones de alarma y no colaboran con el adecuado tratamiento mediático.
Referirse al suicidio como un hecho exitoso que fue la solución para salir de un problema.
Publicar la infonnación en latapa de un soporte gráfico o el home de un sitio web. No publicar fotografías o cartas suicidas.
Describir detalles específicos del método utilizado, ni imágenes que ilustren los mismos.
Realizar en los medios audiovisuales tma cobertura repetitiva y continua del hecho. Evitar el uso de planos cerrados y movimientos de cámara que destaque las acciones suicidas. Evitar el uso de recursos sonoros que generen un marco de dramatismo.
Realizar dramatizaciones o imágenes ficcionales de un hecho suicida para ilustrar una información al respecto.
Interpretar el hecho suicida como una conducta frente a los problemas o cambios sociales sin analizarlo con la complejidad que conlleva.
Aportar culpas ni culpables.