El frío aún no desembarcó y temen que al llegar aumente los contagios

Fiel a casi todo su desarrollo, el otoño ingresa en la recta final con temperaturas inusuales para esta etapa del año. Del frío, salvo la corta ola polar de mediados de mayo y alguna que otra mañana, todavía no hay noticias. Cuando llegue fuerte y en serio con las térmicas bajo cero a cuestas ¿puede esperarse una explosión de casos de gripe? Según los especialistas, la incidencia no es directa, pero crece la posibilidad de que la enfermedad se propague con mayor rapidez que la fase actual.

Los expertos meteorológicos ya lo anticiparon: el otoño está transcurriendo más cálido de lo normal y el invierno que viene no será tan riguroso. Los días más fríos se esperan recién para el mes de agosto. “Este viernes vamos a tener un primer descenso importante que se acentuará hacia el fin de semana” adelantó José Luis Stella, del área de Climatología del Servicio Meteorológico Nacional. Después de una máxima que puede llegar a los 23 grados entre miércoles y jueves, se espera una mínima de 4 y que bajará a 3 a partir del domingo, con varios días fríos seguidos y máximas apenas en torno a los 14, y 15 grados la semana próxima “Los períodos de baja temperatura serán de muy corta duración y en general se espera un invierno menos frío y más seco”, auguró Stella a Clarín, en base al informe climático trimestral del SMN.

Para Marcelo Blumenfeld, de la Sociedad Argentina de Infectología, no existe una relación directa entre el frío y el número de casos de gripe. “Si así fuera, no habría ya 60 muertos en Brasil”, ejemplificó. Sin embargo, admitió que las bajas temperaturas influyen indirectamente en las cifras de afectados.

“En busca de lugares más cálidos, crecen el hacinamiento y el contacto entre la población y hacen mayor el riesgo de contagio”, explicó. Según la Organización Panamericana de la Salud, actualmente hay un brote en toda Sudamérica y sobre el estado de la enfermedad en el país, el infectólogo observó que el número de casos “está creciendo y aún no hemos llegado al pico”. Remarcó de todos modos que las cifras no difieren de las de años anteriores.

Blumemfeld observó con preocupación que los niveles de vacunación entre la población, aún en la que no integran los grupos de riesgo, es baja. El médico remarcó que la gripe “es muy contagiosa” y que las personas al vacunarse “no sólo se protegen a sí mismas, sino que también ayudan a disminuir la posibilidad de circulación del virus por toda la comunidad”.