Messi vive sus horas más cruciales: de la idea de no presentarse al entrenamiento, al enojo por una frase
El mundo Messi siempre se cerró con llave. Desde el primer día fue amable pero cuidadoso de su privacidad. Hay personajes que rápidamente abren sus casas de par en par a las revistas. Leo fue un personaje top casi desde su aparición. Ya cuando jugaba en La Masía llegaba la información desde España avisando que había un nuevo Maradona. Era un riesgo comprar a paquete cerrado a la distancia. Han pasado muchos jugadores que eran el nuevo Diego y quedaron encerrados en el título ampuloso. Pasa ahora cuando se buscan sucesores a la corona del 10 de Barcelona. Desde el supuesto Messi paraguayo que no fue Iturbe hasta Luka Romero, el chico que debutó a los 15 años en el Mallorca y él mismo se desmarcó con madurez. Aunque en Messi no era la típica exageración. Desde esos primeros años del 2000 cuidó la imagen de su familia al punto que Antonela nunca accedió a una entrevista. El nunca abrió su WhatsApp como fuente de consulta on line. Más ahora, en medio de un pedido de salida del Barcelona y con muchísimos millones de euros en disputa. Por eso se repiten supuestos datos en todo el mundo y es difícil el chequeo. De hecho la mayoría cree que va a aparecer para los estudios PCR y un día antes cerca suyo se atreven a pensar que no irá. ¿Y si Messi no se presenta el domingo en Barcelona?
El cuidado siempre es amigo de la rigurosidad. Más cuando el minuto a minuto de la salida tal vez obliga al volantazo. A veces puede pasar que no existe un error sino un cambio de planes. Va más allá de los buenos modos de Messi. O de su decisión de irse sin un escándalo mayor. Ya hace ruido que envíe un burofax. No quiere esos divorcios en los que se tiran con el cenicero. Igual lo enojan algunos trascendidos. Las redes sociales amplifican en segundos y los rumores se transforman en posible verdad. Ocurrió con una frase que se le atribuye a Leo en un diálogo con Guardiola. El rebote fue instantáneo allá y acá. “Quiero ganar los próximos dos Balones de Oro y esto sólo lo puede hacer contigo”, se puso en boca del 10 argentino. Que Messi no use el “contigo” hasta puede ser un detalle para alguien que habla en rosarino. En el mundo Messi hizo ruido por algo más profundo. Un punto que no entiende ni siquiera un animal competitivo. “El que lo conoce a Leo sabe que jamás pondría un premio individual por delante del equipo. ¿Cómo le va a decir eso a Pep?”, se le quitó legitimidad al off the récord. En esa línea le quitó la plena seguridad a que haya foto de Messi tan rápido. Este sábado puede ser un día determinante para definir su actitud. Un guiño lo podría hacer cambiar. O algo en contra que lo empuje a presentarse para presionar.