Por una cabeza, toda la pintura…

Dos caballos definiendo cabeza a cabeza. Todas las miradas, todas las locuras, puestas en ese final emocionante. Las gargantas rojas de alentar a esos dos pingos y jinetes que se juegan la vida. A un costado, la sonrisa eterna de Carlos Gardel.

Todas esas emociones fueron plasmadas en una pintura por el muralista urbano Alfredo Segatori en la pared debajo del puente del Ferrocarril Mitre, de Avenida del Libertador y Dorrego. Ahí nomás, a sólo unos metros de la salida del Hipódromo de Palermo: “Con mis obras busco recrear espejos urbanos. Contar historias relacionadas con los lugares en los que pinto. Y me pareció buena idea hacer ésta cerca del hipódromo”, cuenta el artista de 42 años que comenzó a pintar en los ‘90 en los talleres de escenografía del Teatro Colón.

“Por una cabeza”, así se llama la obra, fue realizada por el muralista con la técnica de aerosol a mano alzada y, curiosamente, sin conocimiento previo del mundo de las carreras de caballos: “No soy habitué de los hipódromos. Ni siquiera tuve que ver una carrera para realizar la obra. Me ayudé con algunas fotografías, más lo que me inspiró la letra del tango de Gardel y Le Pera. Y algún aficionado se me acercó y me contó que Gardel tenía un caballo llamado Lunático y que lo corría Leguisamo”, recuerda quien comenzó a incursionar en la técnica del aerosol a mano alzada a través de los brasileños Os Gemeos, Binho y Speto Tinho.

Fútbol y carreras siguen siendo pasiones populares. Y las mismas conviven también y a través del Street Art en el mismo espacio. Justo frente a “Por una cabeza”, en la otra pared debajo del puente, se encuentra “La mano de Dios”, obra realizada por Lean Frizzera, Emy Mariani y Martín Ron, colegas de Segatori y que, obviamente, recrea el momento en que Diego Maradona les hace el gol con la mano a los ingleses, en el Mundial 86: “Tengo muy buena relación con ellos. Me parece un lujo que Buenos Aires esté intervenida por muchos artistas con sus estilos personales y se ganen más espacios para el arte en la ciudad”, concluye este artista singular que también pintó en otras paredes de Buenos Aires, y hasta realizó un mural de 20 metros de altura llamado “Zapata” en el DF mejicano.