Escandaloso fallo en el juicio por Marita Verón: absolvieron a todos los acusados
En una decisión escandalosa, la Justicia de Tucumán absolvió esta noche a los trece acusados por el secuestro y desaparición de Marita Verón, quien fue vista por última vez en abril de 2002.
La decisión, que fue dada a conocer con cuatro horas de demora, generó sorpresa y a la vez, indignación. Es que el juicio, que se llevó a cabo durante diez meses, dejó al descubierto el horror de la trata de personas en la provincia en el noroeste del país.
El tribunal sólo dio a conocer la sentencia, sin abundancia de fundamentos, lo que provocó críticas de parte de Susana Trimarco, mamá de Marita Verón. Una vez leído el veredicto, y en medio del estupor y la indignación de gran parte de la sala, Trimarco se retiró visiblemente molesta, en tanto su abogado consideró que «está absolutamente claro que éste es un acto de corrupción».
La lectura del fallo de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán, integrado por los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina, y Eduardo Romero, se realizó esta noche luego de que por la mañana cuatro de los imputados en el juicio por la desaparición de Marita Verón en abril de 2002, volvieron a declararse inocentes al hacer uso del derecho que les asiste de hablar antes del fallo de los jueces.
Los imputados que hablaron hoy, horas antes de conocerse el veredicto absolutorio, fueron María Azucena Márquez, Irma Lidia Medina y sus hijos, Gonzalo y José «Chenga» Gómez, quienes al igual que el resto de los imputados reafirmaron su declaración de inocencia e insistieron en que tenían whiskerías, y no burdeles.
Mientras que, los demás imputados, Pascual Andrada, Humberto Derobertis, Carlos Luna, Mariana Bustos, Daniela Milhein, Alejandro González, Víctor Rivero, María Rivero y Cinthia Gaitán, ya habían ejercido ese derecho la semana pasada.
En los alegatos, la fiscalía había pedido penas de 25 años de prisión para siete imputados, y 12 años y medio para los seis restantes. La querella, por su parte, había solicitado 25 años de prisión para ocho acusados, y entre 23 años y medio y 24 años para los otros cinco.
En ese momento, hubo coincidencia en reclamar las penas más altas para tres de los cuatro tucumanos: María Jesús y Víctor Rivero –acusados respectivamente de haber ordenado y ejecutado el secuestro de la joven el 3 de abril de 2002, en un remís Cinco Estrellas–; y Daniela Milhein, quien la habría tenido cautiva en su casa. También atribuyeron mayores responsabilidades a los riojanos Lidia “Liliana” Medina y a sus hijos Gonzalo y Fernando “Chenga” Gómez quienes, según otras víctimas de trata, la explotaron en sus tres prostíbulos