Riquelme se las ingenia para reforzar el plantel
Juan Román Riquelme, en su nueva función de vicepresidente segundo y encargado de todo el fútbol del club, trata de hacer equilibrio como cuando tenía una pelota en sus pies para tratar de incorporar algún refuerzo ante un panorama económico que, según los nuevos dirigentes, no es el que pintaban los anteriores directivos. «Boca vendió por 55 millones de dólares y hoy en la caja hay cinco, se cobraron adelantado 13 millones de dólares por Darío Benedetto y Nahitan Nández que tenían que entrar este año», fueron las declaraciones de Jorge Ameal que reflejan la situación, y lo difícil que es salir a buscar incorporaciones de nivel.
Y más allá de algunos nombres que se barajaron en los últimos días, y que nunca fueron informados por una comisión de fútbol que hace del silencio una forma de manejarse ante los medios, Paolo Guerrero fue el único jugador porque el que Boca inicio gestiones. Pero por el alto nivel de su contrato la gestión está estancada y con el delantero de la selección peruana a punto de retornar sus tareas, este miércoles, en el Internacional de Porto Alegre para realizar la pretemporada.
Dos ex Boca, Andrés Cubas y Edwin Cardona, empezaron a sonar como refuerzos, uno por el interés de Talleres de Córdoba por Paolo Goltz, y el otro porque no tiene club en este momento, ya que el Rayados de Monterrey no lo tiene en sus planes. Cubas también es pretendido por el Fluminense de Brasil, que ofreció 2.800.000 dólares por el 60 por ciento del pase. En esta posición Boca tiene solo a Iván Marcone ante la salida de Daniele De Rossi.