Moyano se mostró eufórico y ya planea más paros, pero en 2013

En su despacho, y rodeado solo por los hombres que forman la “mesa chica” de la CGT opositora, Hugo Moyano ironizó: “Listo, ante este fracaso mejor levantemos el paro y pidámosle disculpas a la Presidenta”. Control remoto en mano, el camionero seguía por el televisor -un 29 pulgadas de los viejos- las imágenes de la Ciudad vacía que mostraban los canales de noticias. Más tarde, y triunfal, encabezó una conferencia de prensa. “El paro fue muy, muy importante.

Calculamos que el acatamiento fue del 90% ”, afirmó el jefe de la CGT. Y completó, pero sin dar precisiones: “Cuando no hay respuestas, la lucha se profundiza ”.

Aunque algunos sindicalistas, como el gastrónomico Luis Barrionuevo, ya fogonean la realización de un nuevo paro general de 36 horas, cerca de Moyano descartaban anoche esta posibilidad. “ Esta es una pelea a largo plazo.

Ahora habrá que esperar a ver qué hace el Gobierno. Cualquier nueva medida de fuerza seguro quedará para el año que viene” , dijeron.

El clima ayer en la CGT era de euforia. Al mediodía, en el quincho del sexto piso, hubo un asado del que participó toda la dirigencia de la central sindical. No hubo discursos ni brindis; a propuesta de Gerónimo “Momo” Venegas solo se realizó un aplauso general por “el histórico paro general”.

La conferencia de prensa fue en el salón Felipe Vallese. El escenario estuvo repleto de dirigentes de las tres centrales sindicales que convocaron al paro, pero la verdadera estrella fue un sindicalista desconocido incluso para la enorme mayoría de los que estaban ahí: el señalero ferroviario Raúl Epelbaum.

“A ellos les debemos el paro casi del 100% que tuvimos en los ferrocarriles” , le agradeció Moyano.

Aunque la huelga fue convocada por las tres centrales sindicales opositoras, en la conferencia de prensa no estuvo Luis Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca. En su representación fueron el estacionero Carlos Acuña y el técnico Aeronáutico Ricardo Cirielli. Por la CTA anti K participaron Pablo Micheli y su adjunto, Ricardo Peidró. También estuvo el líder de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi.

“El Gobierno perdió el control sobre el conflicto social y gremial del país”, apuntó Micheli. El estatal también le pegó duro al sindicalismo que hoy juega con el Gobierno: “Sus dirigentes deberían tener vergüenza”.

El camionero también se acordó de sus rivales en la interna sindical. “Fue un día donde todos los que cumplimos esta jornada importante nos sentimos satisfechos por defender y expresar lo que el trabajador necesita. Otros hombres y mujeres, seguramente, no puedan sentirse así”, planteó Moyano. Ahí la tribuna cantó: “A todos los traidores los vamos a matar” Moyano siguió: “El silencio y falta de gente en las calles es la voz que el Gobierno debe escuchar, ya que a los dirigentes no nos da ningún tipo de respuesta”.

En el moyanismo descuentan que sus demandas no serán atendidas. Igual, sea paro o movilización, cualquier nuevo reclamo quedará para después del verano.