Superliga: Boca empató con Vélez y es puntero
«Borom bom bom, borom bom bom el que no salta, es un traidor» y una silbatina generalizada a quien fuera un hijo prodigo de la casa fue lo primero que se escuchó en todo el José Amalfitani tras la salida de Vélez al campo de juego. Después llegó el minuto de silencio por el fallecimiento de «Toto» Calvanese -formador histórico de jugadores histórico del Fortín- y luego fue el turno de los pelotazos a Mauro Zárate, único delantero en el 4-3-2-1 que ideó Alfaro. Para el menor de la dinastía era la vuelta a Liniers luego de ser expulsado como socio de su club de origen tras sus polémicas declaraciones en el último partido entre ambos equipos. Mientras que Fernando Gago se enfrentó por primera vez al club en el que logró nueve títulos en sus dos etapas.
El ex Vélez tuvo la primera del partido a los cinco minutos con un cabezazo, bien parado de centrodelantero como le pidió su entrenador para este partido. Boca elegía esperar a ver cómo se daba el juego asociado de Vélez hasta mitad de cancha, luego cerraba líneas y contaba con su arquero adelantado casi como un líbero.
Leandro Fernández -amonestado por discutir y al filo de la expulsión de parte de un Loustau muy propenso a la charla y poco riguroso en las polémicas- hizo volar a Andrada con un tiro libre a los 15. Luego lo tuvo Janson de cabeza y después Bouzat. Tres aproximaciones en cinco minutos para empezar a mostrar una tendencia de lo que sería el juego. Uno buscando por todos lados, aunque con poco poder de fuego, el otro cómodo con la paridad que le permitía llegar a la cima tras la derrota de Lanús ante Banfield, la caída de Argentinos frente a San Lorenzo y el traspié de River ante Central.
Aunque la victoria significaba la punta en soledad, Boca arriesgó poco y apostó a las pinceladas de Reynoso, a sus disparos desde afuera y a sus habilitaciones para intentar tener algo de fútbol. Alexis Mac Allister -el otro generador de juego y llamado recientemente a la Selección para los amistosos ante Brasil y Uruguay- parecía más concentrado en la marca y no lograba pesar en ataque. Tampoco Nicolás Domínguez, el otro volante de la Superliga convocado con la albiceleste, quien le cedía la conducción del equipo a la experiencia y finura de Fernando Gago. Andrada, también parte la convocatoria Argentina, era una muralla como siempre.
En el complemento Boca salió más decidido, con Fabra algo adelantado y con Zárate nuevamente probando desde afuera, desviado. El atacante apostó mucho a la individual y por momentos fue marcado de a dos, por lo que no logró pesar más. Tal vez lo más peligroso de su juego haya sido un taco que terminó en las manos de Alexander Domínguez. El ecuatoriano se adueñó del arco de Vélez tras la lesión de Hoyos y no recibe goles hace cuatro partidos.
La nota negativa es que el equipo de Heinze tampoco los convierte. Hace tres que tiene la pólvora mojada. A los 55 minutos, Leandro Fernández la robó en ataque, probó desde un ángulo cerrado y la pelota pegó en el travesaño. Fue la más clara del Fortín, que al minuto tuvo otra con una gran jugada individual de Bouzat entrando de derecha a izquierda y con un remate apenas desviado.
A falta de media hora, Fabra más cómodo en ofensiva que en retroceso se excedió con el juego brusco y dejó a su equipo con diez. Alfaro rápidamente sacó a Mac Allister y puso a Junior Alonso para reacomodar la defensa. Si el 0-0 no le disgustaba a la visita en el arranque, mucho menos con uno menos. Janson lo tuvo cerca con un cabezazo y después Heinze decidió los cambios: mandó a la cancha a Almada y Maxi Romero para ganarlo, mientras que Alfaro sacó a Zárate para darle lugar a Hurtado. Al dejar la cancha, Mauro se acarició sutilmente el escudo boquense como respuesta a los constantes agravios.