Lorena Benítez: «Nos vamos con la cabeza bien levantada»
En Ezeiza, a principios de este mes, antes de tomar el vuelo hacia Francia donde Argentina disputaría su tercer Mundial, las jugadoras de la Selección Nacional se abrazaban y despedían de sus familiares y amigos. Fue en el aeropuerto donde muchas de ellas conocieron y alzaron por primera vez a los mellizos –Renata y Ezequiel–, hijos de su compañera Lorena Benítez. La futbolista de 20 años, una de las madres de este equipo, viajó justo después del nacimiento. Benítez no sólo se destaca dentro del plantel que compitió en Francia, también lo hace como jugadora de la selección de futsal, mediocampista de fútbol de 11 en Boca Juniors y de futsal en Kimberly de Villa Devoto. Pero además de sus múltiples responsabilidades como futbolista, compromisos con las marcas deportivas (como «atleta Nike»), la joven nacida en Luis Guillón, provincia de Buenos Aires, e hija de un matrimonio de inmigrantes paraguayos, administra un puesto y reparto de alimentos en el Mercado Central con su pareja. Verónica Rivero, titular de la comisión de Futsal en la AFA, fue quien llevó adelante el tratamiento de fertilidad. Dice que calcularon mal, que la idea original era que los mellizos nacieran en una época menos complicada entre torneos y partidos.