El tiro imposible de Kawhi Leonard
Con un tiro imposible de Kawhi Leonard sobre la bocina, Toronto Raptors venció anoche por 92-90 a Philadelphia 76ers como local en un séptimo encuentro inolvidable y ahora enfrentará en las finales de la Conferencia Este de la NBA a los Milwaukee Bucks, quienes liderados por el fenómeno griego Giannis Antetokounmpo superaron sin problemas en su serie a Boston Celtics por 4-1. Mientras tanto, por el Oeste, el duelo definitivo será entre los vigentes bicampeones Golden State Warriors (dejaron en el camino a Houston Rockets por 4-2) y Portland Trail Blazers, que superaron por 4-3 a Denver Nuggets.
Con el triunfo, la franquicia canadiense igualó su máximo logro en la historia de los Playoffs, al alcanzar las finales de conferencia como en la temporada 2015/2016 (perdió con LeBron James y sus Cleveland Cavaliers por 4-2). Con tal premio en juego, Toronto basó anoche todo su juego en su gran figura: el alero ex San Antonio Spurs lanzó 39 veces al aro (su promedio en la temporada es de 18,8) y finalizó con 41 puntos (14/30 en dobles, 2/9 en triples y 7/8 en libres). Secundado por el congoleño Serge Ibaka, quien marcó 17 unidades desde la banca, entre ambos marcaron el 63 por ciento de los puntos de su equipo.
En unos últimos dos minutos ajustadísimos de partido, las defensas se elevaron y cada punto valió oro. Leonard metió uno de dos tiros libres para poner a Toronto arriba por 90-88, pero luego Jimmy Butler igualó el choque a falta de cuatro segundos. Cuando todos esperaban el tiempo extra, Leonard recibió de Marc Gasol a la salida de un tiempo muerto, se fue hasta la línea de fondo y, por encima de la marca del gigante camerunés Joel Embiid (21 puntos y once rebotes), sacó su lanzamiento. El balón golpeó en el aro y se paseó por encima durante unas últimas décimas eternas, que encogieron el alma de los aficionados y de los jugadores antes de entrar. «Me siento genial. Lancé lo más fuerte que pude», resumió Leonard, quien entró en la historia de la NBA como el primer jugador que define una serie a siete partidos con un tiro sobre la bocina.
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De la mano de McCollum. En el otro encuentro de la jornada, Portland dio la sorpresa al ganar como visitante a Denver por 100-96 de la mano de un estelar C.J. McCollum. En un encuentro en el que Damian Lillard firmó uno de los partidos más grises de su carrera en el tiro, con 13 tantos en 3/17 en sus lanzamientos, el escolta se erigió en el arma principal de los Blazers, manteniéndolos vivos cuando más lo necesitaban y sentenciando en los últimos minutos con canastas decisivas. Así, McCollum finalizó con 37 tantos (14 de ellos en el tercer cuarto) más nueve rebotes y una serie de 17/29.
«Para mí se trata de aparecer en cada partido. Lillard es el corazón de nuestro equipo. Es el que nos ha traído hasta aquí. Es increíble cómo trabajan todos de forma tan dura (en nuestro equipo)», celebró McCollum tras el choque, donde los Nuggets llegaron a gozar de una ventaja de 17 unidades en el segundo cuarto. En el perdedor, se destacó el pivot serbio Nikola Jokic con 29 puntos y 13 rebotes.